Tres opciones para implementar un programa de fidelización con un monedero electrónico
La fidelización del cliente es una de las actividades principales a la que toda empresa debería dedicar una buena parte de su tiempo y activos. Como ya comentábamos en nuestro artículo Alternativas de fidelización de clientes, los clientes reclaman un valor añadido en sus compras, un sentido de beneficio sobre el precio del producto, una demanda que se puede afrontar, entre otros, a través de una tarjeta de membresía que le ofrezca descuentos, promociones exclusivas o puntos de canje. Hoy vamos a ver tres opciones para implementar un programa de fidelización que hacen uso de nuestro producto de monedero electrónico como elemento diferenciador y potenciador de retención.
Bonificación por compra
Esta suele ser la opción más frecuente en el uso del monedero electrónico como elemento de fidelización. Básicamente, supone renunciar a un porcentaje del beneficio en el precio de venta, que se retribuye al consumidor en forma de saldo en su monedero para poder usar a modo de descuento en compras posteriores. Se podría considerar un descuento en diferido o un reintegro del gasto efectuado. Funciona especialmente bien en negocios cuyos clientes realizan compras con frecuencia, como pueden ser tiendas de ropa low cost (Zara, H&M…) o empresas de consumibles, ya que cumplen una doble función: incentivan la compra impulsiva, entendiendo esta como una acción no premeditada, y ayudan a retener al cliente frente a campañas promocionales de la competencia.
Disposición instantánea del beneficio por puntos
En el ejemplo anterior, usamos un sistema de bonificación por compra con nuestro monedero, pero existen casos donde la mera opción de acceder a un saldo de bonificación de forma instantánea es un beneficio en sí mismo, con el consiguiente ahorro que puede suponer transformar la retribución concreta en un servicio de disponibilidad. Supongamos un programa de fidelización de una sala de juego online como PokerStars y su Stars Rewards, donde, salvo los ingresos puntuales, toda la gestión de saldo y puntos StarsCoin se realiza de forma interna al software de la compañía. La posibilidad de convertir puntos virtuales en un medio de pago que facilite un consumo inmediato en una tienda física no sólo serviría para asociar las marcas de ambas, sino que supondría un activo para el jugador, que percibe una equivalencia física entre el saldo virtual y el real de la que puede disponer al instante.
Apertura de nuevas ventanas de venta
Si nuestra empresa ofrece un gran catálogo de productos, existe la posibilidad de que parte de sus clientes sean compradores de nicho, compradores que sólo se centran en una parte de la oferta disponible y que no llegan a recibir impactos sobre otros productos que potencialmente le podrían llevar también a la compra. Si sustituimos el descuento directo por la acumulación de saldo en un monedero electrónico, abrimos la posibilidad de conocer nuevos intereses del consumidor, ya que la percepción de tener un “dinero gratis” suele llevar a compras más relacionadas con las apetencias que con las necesidades, abriéndose así nuevas oportunidades para el retargeting.
Se sabe que los tiempos medios por página se amplían cuando el comprador se siente libre para elegir un producto sin tener que asumir su costo; a un mayor tiempo por página, mayor posibilidad de recibir el impacto oportuno, más aún si combinamos la campaña de nuestro monedero electrónico con programas de lealtad y CRM que habilitan la opción de establecer análisis estratégicos y de patrones de consumo para garantizar la efectividad de las acciones comerciales a realizar.
Estos son sólo tres aplicaciones concretas de un producto como el monedero electrónico, pero sus posibilidades pueden abarcar un sinfín de actividades comerciales, adaptándose a las necesidades del mercado y el perfil concreto de los consumidores.