Liderazgo y mercadeo «Estrategias de inversión»
El liderazgo de una empresa estará marcado por el mercadeo y las estrategias de inversión que se implementen. La misión de una compañía debe ser clara y debe estar acompañada de un líder que la conduzca al éxito.
Liderazgo y mercadeo van de la mano, se retroalimentan de forma tal que conforman un binomio que, manejado correctamente, lleva a una victoria segura. Ser líder implica la existencia de una persona que guíe a otra u otras hacia el cumplimiento de objetivos que se hayan planteado. Quien lidera un grupo debe transmitir fortaleza, empuje, respeto y capacidad de motivación. Debe ser un ejemplo a seguir, tomar decisiones correctas y responsables y velar porque los objetivos de la empresa y los de sus colaboradores se consumen. No es tarea fácil ni para cualquiera, y si bien hay cualidades innatas, todo se puede aprender. El mercadeo conlleva realizar todo lo que se pueda para que la propuesta que presente el líder se lleve a cabo exitosamente, desde la idea base, pasando por una selección minuciosa del público potencial hasta llegar a la fidelización del cliente. Es por esto que liderazgoymercadeo se vuelven inseparables desde el momento en que se empieza a gestar un proyecto de negocio.
Una de las primeras actividades del líder será determinar estrateguias de inversion adecuadas para cada etapa del emprendimiento o negocio. No se trata solo de invertir el capital en lo que parezca conveniente a corto o mediano plazo, sino que estas estrategias deben conformar reglas, procedimientos y actitudes que se orienten a consolidar una cartera de valores adecuada y a la medida de la empresa. Todo líder debe analizar con cautela dos variables determinantes: el retorno que se espera de esa inversión y cuál es el riesgo que puede traer aparejada. Los objetivos que se plantearon en la empresa se medirán también en términos monetarios, según cómo evolucionaron las inversiones. Ahora bien, ¿por qué es tan importante contar con un plan de inversión? Porque hay momentos en la vida del negocio en que las cosas no salen como se habían planeado (y es inevitable que así sea) y es entonces cuando el líder debe recurrir a las estrategias que se habían planteado originalmente para no perder tiempo en problemas superfluos carentes de importancia verdadera.
Un buen líder no es quien manda, es quien, haciendo uso de un mercadeo y estrategias de inversión inteligentes, encabeza el triunfo de una empresa.