En la primera parte de esta publicación hablamos sobre algunos de los mitos y verdades a medias que se dicen a cerca de facturar en línea.

La mayoría de estos mitos se basan en razones que, aunque pueden parecer válidas, se resuelven de manera muy sencillas. Además, todos los problemas planteados no difieren en mucho de los riesgos y bemoles que te topas al usar tu computadora personal de manera cotidiana. Por estas razones, nosotros los consideramos como verdades a medias.

Lo que sí es una realidad, es que cada día más personas se acercan a la tecnología para realizar todo tipo de actividades, desde recreativas, comerciales hasta personales. La tecnología se hace presente en todos los aspectos de nuestras vidas, por eso no hay que temer cuando se presenta de una nueva manera, como al facturar en línea.

Pero, para cada mito, hay una razón de peso, un porque este proceso beneficiaría a tu empresa. Aquí te presentaremos algunas para que, al final, tú puedas tomar una decisión informada.

• Seguridad. A pesar de todo lo que se diga, el proceso de facturar en línea ofrece muchas ventajas en el tema de seguridad. Por ejemplo, al realizar este proceso en línea, puedes asegurarte de que nadie manipule más tus números una vez lo hayas mandado. Si te asesoras un poco sobre el tema de seguridad informática, verás que hay niveles muy confiables y estándares específicamente diseñados para la tranquilidad de todos los usuarios. Esto no quiere decir que sea infalible, pero, como en muchos otros sistemas, la mayoría de las fallas de seguridad son a causa del error humano y no de los sistemas en si. Entonces, asegurate de estar al día en los estándares de seguridad, no solo para tu empresa, sino para tu vida y finanzas personales.
• Veracidad. Aunque esto bien podría caber dentro del punto anterior, el referente a la seguridad informática, es un poco distinto. Una factura que se ha procesado correctamente en línea, ofrece un grado superior de veracidad y confiabilidad. ¿Por qué? Al facturar en línea existen mecanismos que nos garantizan ciertas cosas. Por ejemplo, la identidad de la persona que la emite y a la que la recibe van ligadas a la expedición de la factura misma. Si esto se quiere comprobar, es relativamente sencillo hacerlo mediante el portal del SAT. Además, es mucho más difícil clonar, copiar y duplicar una factura electrónica, por lo que los problemas con este tipo de conductas fraudulentas disminuyen dramáticamente.

Estas son las dos razones por las que nosotros consideramos que el proceso de facturar en línea ofrece beneficios mayores que el sistema traidicional. Si a esto sumas la adaptabilidad inherente a la tecnología, las posibilidades crecen de manera exponencial.

Sin embargo, la última palabra es tuya. ¿Crees que  este proceso te conviene? Déjanos tus comentarios.

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